El desarrollo de la pandemia ha traído consigo una disrupción generalizada de la vida cotidiana y una situación prolongada de miedo e incertidumbre. La amenaza que ella representa ha hecho evidente la fragilidad psicológica y corporal de los seres humanos, el impacto de la enfermedad y la muerte en la sociedad, los límites de nuestros sistemas de salud, la importancia de la interacción social y el movimiento en el bienestar físico y mental, entre muchos otros aspectos. La perspectiva científica tradicional de la enfermedad se caracteriza por separar de manera tajante lo psicológico de lo somático y por interpretar el cuerpo, primordialmente, desde un punto de vista fisiológico-material. Prescindir de los reportes subjetivos y asumir exclusivamente el punto de vista de la tercera persona han permitido el exitoso desarrollo de la investigación médica basada en evidencias. La práctica clínica, sin embargo, implica la aplicación de este conocimiento general al caso particular del paciente; para lo cual se requiere considerar los reportes personales de su dolencia, como la descripción de su dolor, la historia de su aparición, el recuento de la pérdida de ciertas capacidades o de las alteraciones que experimenta en su vida diaria. Filósofos recientes como Dan Zahavi y Shaun Gallagher (2008/2013) han destacado la importancia de la perspectiva de primera persona, propia de la investigación fenomenológica, para diversos campos de estudio, como la psicología experimental, las neurociencias, la psiquiatría, las ciencias cognitivas, la medicina y las ciencias de la salud. Frente a la perspectiva médico-fisiológica tradicional, la fenomenología se caracteriza por llevar a cabo una reflexión filosófica que asume como tema y punto de partida la experiencia de primera persona, con el ánimo de sacar a la luz tanto sus estructuras fundamentales como su carácter cualitativo-experiencial. ¿Cuáles son las estructuras individuales que determinan la experiencia del mundo y que pueden verse afectadas en la enfermedad? ¿En qué consiste enfermar y estar enfermo desde el punto de vista cualitativo-experiencial? El pensamiento fenomenológico, tanto clásico como contemporáneo, ha hecho importantes contribuciones al conocimiento de las estructuras que determinan y hacen posible la interacción de la mente, el cuerpo y el medio ambiente. Con ello, se ha creado un marco global de interpretación que permite un abordaje holístico de la enfermedad y que involucra aspectos sociales, psicológicos, emocionales y culturales, normalmente dejados de lado en las explicaciones médico-fisiológicas. Ello permite comprender mejor la experiencia de la enfermedad y su impacto en la acción, la familia, la cotidianidad, la vida social, los proyectos existenciales, etc. en un contexto especialmente difícil en todo el mundo a causa de la pandemia. El curso se propone explicar al público, de manera clara, sencilla y didáctica, los conceptos centrales de la fenomenología implicados en el estudio del cuerpo y la experiencia de la enfermedad, a través de la lectura crítica de trabajos recientes en esta tradición filosófica, principalmente de Havi Carel (actualmente profesora en Bristol) y de Matthew Ratcliffe (York), en diálogo con otros textos de hermenéutica y ciencias cognitivas no reduccionistas. El curso contará con la presencia de invitados especiales de Argentina, Brasil, México y Colombia.